Técnica Metamórfica



La Técnica Metamórfica es una terapia de sanación y transformación basada en el acceso de uno mismo a la autocuración y al crecimiento.

Se aplica con un leve toque o caricia sobre las áreas de los pies, manos y cabeza.

Nuestros cuerpos físico, emocional, mental y espiritual están interconectados a través del cuerpo vital, es por ello que lo que afecta a uno de esos cuerpos repercute en los demás.
Esta técnica trata a la persona, no a la enfermedad, tratando de despertar la fuerza vital de cada uno, el poder de autocuración que cada uno de nosotros tenemos, así como de transformarnos, crecer. Es una potente herramienta de crecimiento personal y espiritual.

La técnica Metamórfica es una herramienta muy útil para solucionar traumas inconscientes tanto recientes como antiguos, desde la concepción hasta el momento actual.
Es de gran ayuda en síndrome de Down, autistas, problemas de aprendizaje, bloqueos emocionales o psicológicos ansiedad, depresión, embarazadas,etc.

La técnica Metamórfica surge a partir de los años 60 en los Estados Unidos y comienza a establecerse en Europa a mediados de los años 70, conociéndose en España a mediados de los 80, (anteriormente se denominaba La Estructura Prenatal por su directa relación con el periodo prenatal, pero fue su creador Robert St. John, quien decidió sustituir ese nombre por el de Técnica Metamórfica, debido a la cantidad y calidad de los cambios que se operaban en las personas que recibían el tratamiento).

Durante años de práctica como reflexólogo, Robert St. John observó que pese a la diferencia de diferentes mapas de los puntos reflejos en los pies, que no siempre coincidían, se obtenían buenos resultados trabajando en cualquiera de ellos.

La Técnica Metamórfica se basa en el concepto de Medicina Holística, que reconoce que una persona es una unidad integrada por Cuerpo, Mente y Espíritu y que contamos con la capacidad de curar nuestras propias dolencias.

Personalmente llegué a la técnica metamórfica, "por casualidad" también a través de mi maestra Gemma, para que se la pudiera hacer a mi hija Aina. Y en el mismo curso, comprobé en primera persona, lo potente que es ésta herramienta, llegando hasta capas muy profundas que requieren sanación.